Si Chanel N°5 es tu perfume favorito, estas son algunas curiosidades históricas que deberías conocer
La diseñadora francesa Coco Chanel estaba alentando a las mujeres a cambiar su manera de vestirse y de relacionarse con su cuerpo. Entre sus planes además de liberarle las manos poniendole una cadena a las carteras, estaba clara una cosa: quería crear un perfume, uno que "oliera a mujer, no a rosas".
Ella quería traducir en un olor a esa mujer moderna, de mayor libertad de movimiento y de ideas de igualdad de género que se vestía con su ropa. Para tal propósito se reunió con Ernest Beaux, famoso perfumero que había trabajado con la realeza rusa y le encomendó esta misión.
Chanel no tenía miedo de ser una provocadora: ¿En dónde deben llevarse le perfume? alguna vez le preguntaron a lo que ella simplemente dijo: "donde quieran que las besen".
Historiadores de este ícono de todos los tiempos, como Tilar J. Mazzeo, aseguran que el nombre, un simple número cinco, resultó a raíz de que de los diferentes frasquitos con pruebas de aromas que Beaux había creado, Chanel eligió el número 5. Un ícono había sido creado.
La fórmula del preciado líquido amarillo no se ha cambiado desde que se creó. En su momento Coco pidió que se usaran los ingredientes más costosos disponibles. El resultado, en 30 mililitros de perfume está contenida la esencia de mil flores de jazmín, la fragancia de una docena de rosas de mayo y unos aldehídos que permitieron que el olor perdudara más tiempo en la piel.
La primera vez que se probó este perfume en público fue en un restaurante de la Riviera francesa en donde Chanel inundó la mesa que compartía con sus amigos con el peculiar aroma. Las mujeres del lugar se detuvieron a preguntar qué era ese particular olor, lo que le hizo pensar a Chanel que su lanzamiento sería un éxito. Su relevancia en el Siglo XX, sin embargo, se consiguió gracias a Marilyn Moroe a la que en 1952 le preguntaron qué usaba para dormir: "sólo Chanel N°5", dijo.
El perfume de Chanel se hizo emblemático incluso a pesar de los avatares de la Segunda Guerra Mundial y la historia registraría cómo, tras la liberación de París por las fuerzas aliadas, los militares estadounidenses harían largas colas en la tienda Chanel ubicada en la calle Chabron para llevarle una pequeño frasquito a sus novias.
El frasco que contiene el perfume también se ha mantenido intacto. La tapa está inspirada a la vez en un diamante, como en la planta arquitectónica de la Place Vendôme de París. Las fotos de Andy Warhol tomadas en 1959 lo volvieron un ícono pop que se expuso en el MoMa de Nueva York.
La caja blanca y negra inmortaliza los dos colores favoritos de la diseñadora que le enseñó al mundo que en el terreno del estilo "menos es más".