El consumo de perfumes y cosméticos en Europa ha crecido en 2021 por sexto año consecutivo hasta alcanzar los siete mil millones de euros. No es casualidad, según datos de STANPA: España ocupa el 5º lugar del mercado europeo que más productos de este sector consume. Y, lo que es más: es el segundo exportador mundial de perfumes, tan solo por detrás de Francia y por delante de algunos países como Alemania y Estados Unidos.
Es, de hecho, un ámbito en el que los consumidores menos escatimamos y en el que apostamos por los productos de gama alta, especialmente cuando se trata de perfumes masculinos: “un 90% de las compras de fragancias para hombre son de marcas de calidad ”, Y todo surgió cuando, en 1966, Dior rompió moldes con Eau Sauvage, el primer perfume de una gran marca que llegaba fresco y juvenil -hasta entonces eran intensas, contundentes y cada vez más anticuadas-.
Desde ese momento, el catálogo de fragancias masculinas continúa aumentando y todas las firmas de moda y belleza se han sumado aportando nuevos olores que se han ido convirtiendo en superventas y que se posicionan como los mejores y más apetecibles perfumes del momento.
Sauvage, de Christian Dior
Lanzada en 2015 por el perfumista François Demachy, Salvaje sigue siendo un éxito rotundo gracias a su espíritu audaz, salvaje e irresistible. Bajo el paraguas de la reconocida firma de moda y unido a la imagen del actor Johnny Depp (su embajador), este perfume es fresco y especiado y contiene exclusivas notas de la maison Dior. Iniciando con la pimienta y la bergamota de Calabria, abre paso al geranio, la lavanda, la pimienta de Sichuan, el elemí y la pimienta rosa para cerrar con una base de cedro, ládano y ambroxan que desprenden un final amaderado.
Este nuevo aroma se aleja de las creaciones masculinas anteriores de Dior, mientras que su packaging sigue las líneas puras y clásicas de la casa con un frasco cilíndrico de vidrio azul oscuro que simboliza un cielo nocturno iluminado.
Solo Origami , de Loewe
Llegó en 2018 de la mano de la firma española y creó una expectación sinigual. Inspirada en el arte milenario japonés del origami, es fresca y delicada y destaca por sus contrastes entre notas ligeras y el característico amaderado de la casa. Representa a un hombre ecléctico, espontáneo pero sereno que se equilibra ante las adversidades. Inicia con una combinación cítrica y especiada con notas de albahaca, romero, limón y bergamota, mantiene un corazón limpio y puro con aromas mediterráneos de lavanda y geranio y finaliza con un fondo cálido de vetiver, pachulí y ámbar.
Una creación que es, de nuevo, la muestra de que para Loewe ‘menos es más’. Su frasco, tallado sobre cristal transparente, se diferencia de sus predecesores dejando ver una esencia limpia y nueva; y su tapón y etiqueta adoptan un tono blanco impoluto imitando el arte del origami mediante relieves y geometrías.
Terre d’Hermès, de Hermès
La más emblemática de las fragancias masculinas de la casa francesa se renueva en versión EAU de Toilette para hacerse más ligera y sutil y adecuarse al día a día. Está diseñado para hombres modernos y viajeros que encuentran belleza en la naturaleza, y sensación de vitalidad a todo el que la lleva. Sus notas cítricas de pomelo y naranja se utilizan en su corazón en vetiver y cedros y cierran en una combinación de resinas y benjuí -una apreciada resina aromática de Sumatra utilizada por sus propiedades terapéuticas-, que le aporta un elegante final.
Su éxito, cuentan desde la firma, radica en el mínimo número de elementos utilizados en su creación de la mano de Jean-Claude Ellena, uno de los cinco mejores perfumistas del mundo. Se mantiene así tanto en su aroma como en su frasco simple y delicado, combinado con el color naranja emblemático de Hermès.
Boss Bottled, de Hugo Boss
«Boss Bottled», anuncia el nombre y eslogan de esta fragancia desde su creación en 1998. Se trata de un perfume todoterreno: para hombres seguros de sí mismos y con espíritu deportivo tanto para el día como para salir de noche. Unida a la imagen del actor Chris Hemsworth, es atemporal y urbanita, idónea para cualquier estación del año en la ciudad. De notas suaves y afrutadas, mantiene un corazón especiado de canela y termina en un tándem aromático ligero de clavel y caoba.
Creada por el perfumista Annick Menardo, se ha convertido en un icono a lo largo de su trayectoria y en un top ventas a nivel mundial. Su frasco, por cierto, permanece inalterable desde entonces pero se conserva moderno y cosmopolita.
Bleu, de Chanel
Creada en 2010 por el perfumista de la firma, Jacques Polge, la más icónica de las fragancias de la maison retrata a un hombre actual y con cierto aire de rebeldía que es libre y sofisticado como el actor Gaspard Ulliel (quien fuera su embajador). De esencia amaderada, comienza con el frescor de la lima, el pomelo y la menta, para pasar a un corazón intenso de nuez moscada, jazmín, jenjibre y vetiver y finaliza con el aroma característico de los perfumes masculinos de la casa: ámbar, madera de cedro, incienso y pachulí.
El azul marino es el color que le da nombre y el que tiñe su frasco de líneas puras y cuadradas (que es, por cierto, recambiable). Le envuelve una esencia misteriosa y enigmática, pero firme, que caracteriza también a quien la lleva.