La marca apuesta por un radical cambio de imagen en la que unifica los frascos de todos sus perfumes dotándolos de personalidad a través de los colores.
La imagen hoy día es primordial en cualquier ámbito de la vida. Estamos acostumbrados a identificar marcas, sensaciones u olores basándonos en logotipos, nombres o incluso frascos, si hablamos de perfumes. Por eso, en el mundo de la industria, cambiar la percepción que se tiene de una marca consagrada, no es tarea fácil. Sin embargo, Loewe Perfumes acaba de demostrar que desde luego, se puede lograr. Y es que la división de la firma de lujo española apuesta este 2021 por un radical cambio de imagen con el que habla de naturaleza, de sensaciones y de identidad.
Una vuelta de tuerca a la apreciación que el cliente tiene sobre sus perfumes a través del packaging. La firma elimina todos los frascos que hasta ahora definían sus perfumes para quedarse solo con uno. Uno sencillo, robusto y firme llamado ‘The Block’ que se tiñe de los colores del arcoíris para identificar sus aromas y sus familias olfativas sin olvidar la naturaleza.
«Hablamos de una colección multisensorial, que juega con las texturas, los olores e incluso los sabores. Una línea que incluye elementos naturales como el tapón de madera de sicomoro, los tintes naturales de los frascos o la etiqueta de un papel rugoso y especial… que transmite sensaciones». Así explicaba el cambio de imagen durante la presentación a la prensa hace semanas la experta en desarrollo creativo de Loewe Perfumes, María Domecq.
Un cambio de imagen sin precedentes
Se trata de una apuesta rotunda y arriesgada en la que Loewe Perfumes lleva trabajando los tres últimos años. Un cambio que lanza ahora, en 2021, por muchos motivos. «Después de un año en el que hemos estado tristes, metidos en casa… hemos querido llenar el mundo de color, de ilusión. Loewe se vistió de blanco el año pasado para poder reescribir ahora su historia, pintando sobre su lienzo blanco un caleidoscopio de emociones», comentaba la experta.
Una ruptura con lo establecido previamente que sin embargo, conserva y sigue apostando por las fotografías de Nacho Alegre y Carl Blosfer para vincular los perfumes con la naturaleza y así dotarlos de una condición orgánica, palpable.
«Queríamos que la forma de hablar de Loewe Perfumes fuera contundente. La expresión está centrada en las creaciones de Jonathan Anderson con un protagonismo fuerte del color. No hay ninguna marca cosmética o de perfumería que haya hecho hasta ahora algo de tal calado», explicaba Juan Pedro Abeniacar, CEO de la marca.
Loewe Perfumes identifica cada familia olfativa con un color
Así, cada familia olfativa del surtido de Loewe Perfumes se agrupa ahora según las tonalidades del arcoíris. «Nos dirigimos de una manera distinta al consumidor. No queremos dar una imagen de ensoñación, de idea inalcanzable. Cada uno de nuestros perfumes es especial y tú los eliges porque en cada momento quieres sentir algo. Hablamos de valores añadidos», explica Sergio de León, Director de Marketing de la firma.
Vinculadas con la naturaleza o algún momento del día, cada fragancia y su familia tienen un motivo, un significado. Por ejemplo las 001 representan la transparencia, la mañana. Mientras las ‘Auras‘ hablan de una mujer que brilla, con una aureola que se cubre de polvos de oro y plata. La familia SOLO, con los colores anaranjados del atardecer, habla de equilibrio, estabilidad… Y la familia 7 con textura metalizada y colores vivos, evoca al anochecer, a la inmensidad del universo.
El nuevo Loewe 7 Cobalto
Precisamente esta línea añade ahora un miembro más relacionado también con la noche. Se trata del último lanzamiento de la marca llamado Loewe 7 Cobalto. Un aroma con un marcado olor a incienso y construido a través de siete ingredientes, en los que destacan el casis y la pimienta.